sábado, 6 de septiembre de 2014

¿Por qué las mujeres estamos dejando de usar falda?

Hombres: ¿últimamente no han notado que por las calles de la ciudad hay más chicas caminando en pantalones de diversos estilos, estampados y colores en comparación con las que usan falda, vestido o shorts? 

Bueno, a continuación les presentaré un compendio de razones por las cuáles estamos decidiendo renunciar al glamour de mostrar las piernas o lucir algo más atrevido para dar un paseo.


  • Acoso visual.

Nunca falta el cínico y pervertido hombre que prácticamente nos está realizando una radiografía al dirigir su fulminante y desagradable mirada hacia nuestras tan normales piernas (siendo optimistas), al escote, a nuestro derrière o a nuestra silueta en general.

Les pregunto a éstos sujetos: ¿qué acaso son lo suficientemente estúpidos o habrán reprobado biología de secundaria para que no conozcan un normal y humano par de piernas, el pecho, o la silueta de una mujer al punto de mirar dichas partes con tanto detenimiento? ¿qué acaso su madre, hermana, hija, sobrina o cualquier otra mujer cercana a éstos no posee la misma anatomía que aquella mujer a la que están incomodando y poniendo a sudar en frío con su lascivia?

Para evitarnos ésta desagradable sensación de que se nos desnude con la mirada en pleno transporte público, mejor hemos optado por la comodidad de los pantalones.

Estando yo en prepa, experimenté un episodio de acoso realmente terrorífico.
Se me ocurrió llevar una minifalda sin medias ni leggins y subí al transporte público. En eso dos sujetos comenzaron a lanzarme unas miradas horriblemente pervertidas y no conformes con ello, comenzaron a decirme cosas. Me dio tanto miedo que pudieran hacerme algo, que le pedí de favor a una señora y su esposo que me cuidaran durante el trayecto (bajarme habría sido más riesgoso, pues los sujetos me hubieran podido seguir) y ellos amablemente me fueron a dejar a mi casa. 




  • Piropos y chiflidos.


Los hombres creen que nos halaga mucho escuchar corrientadas tipo Mamacita! Tsss... sabrosssaaa! Masita, que comen los pajaritos! Adioooos, mi amorrrr!, Estás riquísima!!  o que desde la otra acera, o al bajar la ventanilla de su coche nos chiflen cuando caminamos por la calle llevando un lindo vestido que nos hace sentir bien al usarlo o una falda que mucho nos esforzamos por combinar.

¿Saben en realidad qué sentimos nosotras al escuchar ese tipo de cosas?

De entrada, sentimos una agresión directa a nuestra persona, porque sin duda nos están faltando al respeto en vez de enaltecer nuestro buen gusto al vestir, nuestra belleza y elegancia; enseguida, no podemos evitar sentir tanto coraje, como si nos hubieran golpeado en el estómago y sacado el aire; posteriormente tenemos una combinación entre impotencia y miedo, porque no sabemos si después de su retorcido cumplido, pudieran saltar para atacarnos sexualmente.
Y para finalizar, desearíamos no haber salido así de nuestra casa, pensando que la próxima vez mejor usaremos algo que nos cubra, para evitar que algo así de desagradable nos vuelva a ocurrir.

Recuerdo que en una ocasión regresando de la prepa, un grupo de hombres comenzó a atosigarme con chiflidos; ¿saben ustedes que el hacer eso hace sentir a una mujer como si la estuvieran lapidando?
Bueno, pues yo así me sentí y casi estuve al punto del llanto, y corrí a la casa de una vecina que me ayudó a llegar a casa, porque esos sujetos estaban como perros.

Por favor y en serio... ni los chiflidos son agradables. 


  • Contacto físico forzado.


Desde una simple nalgada o manoseo en transporte público a los asquerosos arrimones, nos han desmotivado de usar algo lindo y llamativo que muestre nuestra figura en general o nuestras piernas en particular.

Creánme, a ninguna de nosotras le agrada que la toquen sin su consentimiento y mucho menos que se le arrimen!!! Y qué coraje no poder usar algún atuendo coqueto sin que ésto nos ocurra y peor aún, que los hombres argumenten que si nos dieron un arrimón es porque nosotras al vestir así nos lo buscamos.

¿Ven cómo ustedes mismos (hablo sin generalizar, porque sé que también hay caballeros sumamente decentes y respetuosos) están saboteándose el poder deleitarse al ver a una mujer elegantemente vestida luciendo una falda o un vestido?

Los pantalones y las faldas largas casi hasta los tobillos se han vuelto nuestros mejores aliados, puesto que no incitan los primitivos instintos que hacen del promedio Homo Sapiens un total Nearderthal.

Y no importa si eres chica hipster, twee, fresa o gótica; todas somos potenciales víctimas de un tocamiento y de verdad lo digo con conocimiento de causa:

En mis años de prepa yo solía vestir como dark (predominando el color negro en mi guardarropa), y cierto día me disponía a regresar a casa y estando a punto de abordar el transporte, un sujeto puso su mano en mi vientre sin más ! Me dio tanto miedo y coraje, que le quité la mano de encima y se la torcí para después salir corriendo a toda prisa de ahí. 
Lo único que éste sujeto hizo fue gritarme: -pinche Morticia!!! 
Finalmente pude subir al transporte, pero me encontraba bastante temblorosa y nerviosa por tal incidente. 

En verdad hombres de todas las edades: manosear a una mujer no los hace héroes, matadores, conquistadores o verdaderos machos; los hace totalmente incivilizados y desagradables.
Y mucho peor si se atreven a ir en contra de las reglas de urbanidad para invadir en los transportes el área exclusiva para mujeres con la única finalidad de andar fastidiándole la vida con su morbosidad a cada mujer que aborda el transporte público.





  • Los Paparazzi improvisados. 

No falta el ocioso pervertido que busca que alguna chica se descuide para tomarle fotos con su Smartphone (que es lo único inteligente que éste posee); siendo optimistas, serán fotos de su rostro.. pero hay enfermos que toman fotos en extremo indignantes de partes íntimas del cuerpo de las mujeres y no conformes con eso las suben a las redes sociales.



Mujeres de la Ciudad de México: ¿sabían ustedes que a un enfermo se le ocurrió crear en Facebook una fan page de arrimones, donde no conformes con hacer una crónica sobre cómo se le enciman a una mujer en el transporte (específicamente el Metro), suben fotos de partes privadas de las mujeres mientras las pescan durmiendo o distraídas?






            Muchas como yo, seguramente son acérrimas fashionistas que adoran usar todo tipo de prendas para tener un look muy vanguardista y se arriesgan incluso si eso implica usar una prenda que muestre las piernas o la silueta, ¿cierto? 

Bueno, les he de confesar que en lo personal aún me resisto a renunciar a las hermosas faldas, los bonitos vestidos o los llamativos shorts, así que he optado por hacer lo siguiente:

Cada que vaya a usar alguna de éstas prendas, siempre cargo unos pantalones o falda larga combinable de repuesto, misma que uso en el transporte, y al llegar a mi destino busco el sanitario más próximo para cambiar mi ropa y salir luciendo las atrevidas prendas.
Terminando la cita o evento, nuevamente acudo a cambiar de atuendo para volverme a cubrir.

Solamente así me ha sido posible usar lo que quiero sin verme acosada o molestada, y creo que éste consejo les podría ser de utilidad.

Evidentemente no es lo más práctico andar cargando dos cambios de ropa, pero si queremos hacer uso de las prendas atrevidas sin vernos sexualmente agredidas en el trayecto, no queda de otra. 

Hombres, espero que después de leer ésto se pongan más en nuestros zapatos y vean que el hostigar a una mujer por cómo está vestida de verdad que no es nada agradable y así se den cuenta del daño que nos causan con conductas como las enunciadas líneas atrás.

PONGAN ATENCIÓN A ÉSTA IMAGEN:





Mujeres, ya vieron que los pervertidos se están organizando para seguir realizando y promoviendo sus terribles conductas de acoso, entonces ¿por qué no organizarnos nosotras también para terminar de una vez por todas con éste terrible mal?  (ojo! no usen ni de chiste un listón rojo en la mano derecha, ya saben lo que significa, y de verdad no entiendo cómo hay quienes se prestan a ésto y que nos hacen pagar al resto)


Sigamos el ejemplo de Colombia, donde recientemente fueron creados y puestos en acción grupos de agentes encubiertas para detener y denunciar a los acosadores en el transporte público y en las calles, dado que las actuales políticas públicas en materia anti-acoso implementadas (que sólo incluyen el regalarte pulseritas muñequeras anti-acoso y el volanteo de por qué no se debe acosar a una mujer, que describen lo que se considera acoso y que te ofrecen teléfonos de denuncia contra acosadores) NO ESTÁN SIRVIENDO.

O bien, si van a permitir que proliferen los acosadores, entonces deberían crear programas gubernamentales de defensa personal callejera y permitirnos a nosotras portar gas pimienta.

Desde luego, no bastará con un grupo de caza-acosadores para terminar con éste flagelo que nos tiene día con día muy descontentas a las mujeres, porque también los hombres deben reeducarse y replantearse el adecuado trato hacia una mujer y terminar de una vez con el horrible morbo de incomodarla y molestarla por su vestimenta.

Como futuros o presentes formadores de una familia, nuestra misión es educar a nuestros hijos para que miren el cuerpo femenino con naturalidad y sana admiración y no con morbosidad.

Educación, no queda de otra.

Ahora ya supieron por qué las mujeres estamos dejando de usar falda. ¿Harán algo al respecto para solucionar ésta situación?

¡Espero que sí! Evolucionemos.

Y acosadores: por favor ya usen tan siquiera el 2% de su cerebro!

Emma.

P.D.: con relación al tema de hoy,  les dejo éste video de la marca de chocolates Snicker's. Enjoy! 










No hay comentarios:

Publicar un comentario