Feliciano me adora y le aborrezco; Lisardo me aborrece y yo le adoro; por quien no me apetece ingrato, lloro, y al que me llora tierno, no apetezco.
Éste popular soneto de Sor Juana Inés de la Cruz es la más perfecta explicación gráfica jamás ofrecida respecto de la cadena de amores no correspondidos, cuyo eslabón principal son los pretendientes por los que no tenemos interés en absoluto.
En el mundo femenino es casi seguro que tengamos cuatro Felicianos por cada Lisardo, y no siempre es una tarea sencilla hacerles saber que no tenemos interés en ellos.
Hombres lectores, abróchense el cinturón porque estoy a punto de llevarlos al temible mundo 6 metros bajo tierra de donde se encuentra la Friend Zone: el inframundo de los Pretendientes no deseados.
Rechazar las pretensiones amorosas de alguien se dice fácil porque en teoría, sólo hay que dar por terminado todo con un simple No gracias. Sin embargo en la práctica, dicha expresión a veces no basta por sí sola, obligándonos a pensar maneras empáticas y sutiles para lograr deshacernos de pretendientes que definitivamente no nos interesan.
Basado en mis propias experiencias, he aquí los métodos de lo que he denominado Rechazo diplomático con los que he tenido éxito para terminar con intenciones románticas no deseadas.
- Te veo como el Hermano/primo/tío/abuelo/hermana que nunca tuve.
Es el rechazo más sutil, sencillo y amable que puede una aplicar hacia aquel galán cuyos esfuerzos de conquista y testarudez simplemente nos son indiferentes.
Platicando con un amigo hace cierto tiempo, él me reveló que enseguida que una mujer le dice ésto a un hombre, él se siente incómodo, le baja el ánimo romántico y por si fuera poco, lo deja con cierto sentimiento de que está siendo incestuoso y con ésto es que se aleja sin terminar necesariamente mal.
- Hablarle en idioma Distroller.
Sí, posiblemente una sienta cómo se le van muriendo las neuronas y cómo le baja al mínimo el IQ con tan sólo pronunciar palabras como Holis, nenis, sipi, nopi, amiguix, etc., pero ello curiosamente es de gran ayuda cuando de deshacerse de una invitación a salir no deseada se trata. A mí me funcionó:
Recuerdo que un compañero de clases de la carrera que PARA NADA se me hacía atractivo de ninguna forma, me había enviado un mensaje invitándome a tomar un café. El chavo ha sido amable conmigo y no deseaba ser grosera respecto de su atención, así que le contesté lo siguiente:
Holis Amiguix!! como tas? mil grax, a ver qué día de estos es posible, porque tenemos mil chisme que echar; saludines! jiji
Acto seguido: éste chavo sólo dejó mi mensaje en visto y ya nunca me volvió a invitar otro café. Y ven? no pasó ningún percance extraño que vulnerara el compañerismo o me hiciera quedar como la peor bruja en la historia.
- Dar un teléfono falso, o el de tus padres.
Quizá dar un número falso es la más trillada de todas las maneras de dejarle en claro que no quieres nada con él, a un chavo que trata de ligarte.
Pero darle el número de tus padres u otros parientes o amigos, es la medicina más efectiva contra un insistente suspirante de tus amores, por muy loco o sin sentido que parezca.
Recuerdo que por allá de octubre de 2013, un muy necio hombre estudiante de ingeniería me estaba tratando de ligar; el chavo en definitiva no era mi tipo (comenzando por su apariencia de hippie que no es mi hit y terminando por lo atosigante que se estaba viendo conmigo) y comenzó a interrogarme cual agente del FBI; cuando preguntó mi teléfono, se me hizo tan inesperado que el primer número que pasó por mi mente fue el de mi mamá.
Sobra decir que pareciera que el chavo estuvo espiándome, porque siempre daba la casualidad de que me lo encontrara por la ruta que yo solía ocupar para regresar a casa, pero además se juntaba con sus pandrosos amigos para que cada que pasara me estuvieran silbando y piropeando; eso me cayó tan mal, que cambié de camino evadiendo a toda costa pasar por el mismo lugar con tal de no encontrármelo.
Total, el hombre tan presuroso no perdió el tiempo y estuvo marcando ese número que le di varias veces; mi mamá por suerte no contesta tratándose de números desconocidos, y cuando al fin se cansó de marcar, el cuate me dejó un mensaje: Hola guapa, soy Paco.
Puse de acuerdo a mi mamá y cambiamos de teléfonos y cuando el susodicho volvió a marcar, hice que un amigo mío le contestara haciéndose pasar por mi novio.
Desde ese entonces, don ingeniero dejó de molestar para siempre; a veces tenemos que tornarnos mucho más drásticas cuando no entienden el primer NO.
- Compáralo con algún personaje de programas infantiles y otras botargas similares.
Y es que cuando le dices a ese chavo que no desiste, que se parece al Osito gominola, que tiene las orejas de Blue, o que su cabello se parece al de Dora la Exploradora, la virilidad se le baja junto con todo deseo de intentar algo contigo. COMPROBADO.
- No lo dejes de llamar Amigo a cada rato.
Sí, ya sabemos que ustedes tienen el dicho: Háblale bonito, hazla reír, huele rico... y ella te hará su mejor amigo.
No es que no tengamos en cuenta sus esfuerzos por conquistarnos, pero si no son nuestro tipo definitivamente no importa cuán meloso sea su tono de voz, cuántos chistes de Platanito se sepan o si se vaciaron encima toda la botella de agua de colonia; ¡no nos gustan y punto!
Pero igual nos caen bien y no queremos perder su amistad, por ello se los estaremos recalcando a cada rato diciéndoles: Amigo, amigo mío, amigo querido y similares.
- Por cualquier cumplido que te hagan... déjalo en visto, no contestes ni le des like.
Puede parecer infantil ignorar cuando te echan una flor, pero si el hombre no nos interesa hay que ser bastante directas y claras en dárselos a entender; simplemente no hay que alentar que nos sigan llenando de más cumplidos y en un caso mucho más extremo vale aplicar la de: Gracias, mi novio dice lo mismo.
- Hacerse la comprometida o casada.
Ésto funciona especialmente en la vida de oficina cuando siendo la nueva, tooodos los compañeros de trabajo están sobre una.
La idea es llevar un falso anillo de compromiso para marcar distancia, y tener como fondo de pantalla del teléfono y si se puede, de la computadora, la foto del galán en turno.
Incluso mostrándoles una foto de una cuando era niña y haciéndola pasar como nuestra hija, se habrán alejado los ilusos pretendientes.
- Aplicar el Gracias pero No Gracias.
Éste funciona especialmente cuando tras negarnos a la típica invitación por una tacita de café o una copa nos ofrecen todo un abanico de alternativas; eso me ocurrió por ahí de Semana Santa, con un colega (asesor jurídico de la Presidencia para variar) que no aceptaba un No por respuesta y era duro de matar:
Él: -A ver qué día vamos por unas chelas
Yo: - No gracias, yo no tomo y detesto la cerveza (ésto es cierto)
Él: - Bueno, vamos entonces por un café
Yo: - Te agradezco, pero no me gusta el café (también es cierto)
Él (ya algo desesperado) : - Bueno, pero refresco sí tomas, no?
Yo: - El refresco es malo para la salud
Él: - Buenooo, me negarás la invitación de un vaso de agua???
Yo: - Creo que sí, porque yo traigo mi propia botella de agua, pero gracias de todas maneras.
Y aún con todo ésto, el hombre tardó en rendirse, pedía siempre mi número telefónico que jamás le di y terminé bloqueándolo de mis contactos.
- Enséñale una galería de imágenes con el tipo de chicos que te gustan, o muéstrale fotos de tus Ex novios mientras le platicas todos tus traumas y experiencias con ellos.
Éste consejo es fatal cuando tratamos de conquistar a un hombre, pero aplicado en aquellos pretendientes que no nos interesan y que queremos alejar, es un éxito!
Así a él le quedará perfectamente entendido que no tienes ni tendrás el mínimo interés en él, y que lo consideras una muy linda Best Friend a quien contarle tus mil traumas y secretos de tu vida amorosa con otros hombres.
- Acéptale la cita y déjalo plantado.
Aclaro, ésto sólo es válido en caso de extrema necedad del pretendiente en cuestión, y más aún si éste ha pretendido pasarse de listo con una.
Yo lo apliqué en dos ocasiones, y resultó perfectamente.
La primera ocasión fue con un ex compañero de primaria que me hizo una muy indecente propuesta de cita; acordamos lugar y hora y cuando ese momento llegó, él estaba con suma puntualidad en el lugar de encuentro y yo... sólo no aparecí.
El resultado final fue que éste en su despecho, iniciara una relación con otra chica y me bloqueara de facebook.
La segunda ocasión casi ando causando un altercado diplomático, puesto que le apliqué la misma medida a un extranjero que también me hizo una propuesta poco caballerosa por ahí de abril del año pasado, dejándolo plantado en el punto de reunión.
Aún me mandó un mensaje para reclamarme por haberlo dejado esperando, mismo que dejé sólo en visto.
Al día siguiente él prácticamente me dejó de hablar o si quiera dirigir la mirada, pero es que realmente se lo merecía.
Ojo, insisto que éste rechazo es probablemente el menos diplomático, pero el más efectivo tratándose de suspirantes tercos y algo patanes.
Posiblemente más de uno de ustedes pudo haber sentido algo de enojo con mis crueles consejos que le dan malas ideas a otras mujeres, pero la intención es buena, porque les estoy previniendo de un obvio rechazo, dándoles tiempo a que dejen de perder su tiempo con quien no les adora pero les aborrece.
Ahora ya saben cuándo es momento de que abandonen el barco, antes de que le barco los abandone a ustedes.
With love
Emma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario