domingo, 27 de julio de 2014

Cero y van Ocho, 1/8: Bad ROMANce

Antes de comenzar éste viaje , debo hacer algunas aclaraciones importantes:

*Los nombres de cada participante en mis historias fueron modificados, en respeto a su identidad y privacidad (recuerden, es válido contar el pecado mientras no se nombre al pecador)
*Ocho son los amores que más marcaron mi vida y cero los que se me concretaron, he ahí el título de ésta colección de relatos. 
Ahora sí, COMENZAMOS! 

Primera enseñanza: La expresión "corazón roto" es un eufemismo al que todos recurrimos para justificar el sufrimiento que nos producen las malas decisiones que en materia amorosa tomamos, pero cuyas consecuencias nos resistimos a asumir. 


Sé que el que ande publicando mis historias del corazón debería ser casi ilegal, pero creo en el poder curativo de compartir con otros las experiencias propias...


      Mi historial amoroso encuentra su primer registro a mis 7 años de edad, en 1997, la época de los feos uniformes escolares de primaria (de haber sabido que me tendría que vestir como las demás, por lo menos que el uniforme se le pareciera al de Sailor Moon), los penosos peinados que te hacía mamá (de los que me logré emancipar enseguida sólo para hacerme yo misma unos peores) y las loncheras de cajita con imágenes o stickers de Barbie o los Power Rangers.

Técnicamente un romance infantil no puede considerarse como un dato duro que respalde mis teorías del corazón a simple vista, a no ser por la increíble permanencia voluntaria que tuvo mi coestrella masculina (a quien llamaremos Román) en etapas posteriores a la primaria.

    Román era el típico niño consentido y presumido, pero cuyos ojos claros tan expresivos, tez blanca y graciosa melena castaño claro en forma de honguito no me fueron indiferentes, como tampoco le fui indiferente yo a él. 
Pero antes que admitir una mutua atracción, dimos inicio a una dinámica de amor-odio en que nos la pasábamos compitiendo por todo: quién leía mejor o quién tenía mejores calificaciones (desde luego al pobre siempre lo terminaba venciendo).  Ésta extraña manera de coexistir vería su fin hasta el sexto año de primaria en que las circunstancias nos forzaron a convivir por estar ambos en la tan famosa escolta escolar (él en las órdenes y yo como la abanderada) .
Entonces ocurrió lo más inesperado: comenzamos una bonita amistad que con el correr de 2002 y hasta mediados de 2003 se volvía más estrecha.

Para tener 11 años, mi sentido del humor parecía de alguien de 25 así que los chistoretes de Adal Ramones en Otro Rollo no me causaban las risas ni sonrisas que Román sí, y tratándose de malos momentos, yo encontraba el apoyo y consuelo que él a su vez hallaba en mi.
Eso sin contar con que mis padres y los suyos tenían una buena amistad, lo que nos acercaba aún mucho más, y de hecho mi tan temido padre lo conocía y para mi sorpresa, Román le caía bien.

El afecto era tan auténtico, que cualquiera que mirara el vínculo desde fuera podía predecir el siguiente paso a dar, encaminado a una relación entre dos preadolescentes. Cualquiera inclusive la celosa ex de Román, Valery, quien con cierta resignación me dijo lo que él no me decía en concreto, pero que me demostraba con pequeños detalles: 

-Tú le gustas y desde hace un buen tiempo-. 

No creí lo que me estaba diciendo o más bien, no quería creer lo evidente (era tan obvio, que en el salón se nos conocía como Justin [Timberlake] y Britney).

Decidí sepultar en orgullo los sentimientos tan bien correspondidos que tenía por éste chico y nunca le demostré nada. Y es que no deseaba mostrar algún punto débil.
Pensé tontamente que si comenzaba una relación con él, mi situación de noviazgo me haría ver vulnerable y tan cursi como la chica que dibujaba corazoncitos y era fan de Martin Ricca de la que tanto me reía; y si de por sí ya era bastante conocida en el colegio por ser la mejor del grupo y miembro activo del coro escolar, poesía coral, grupos de baile y otros tipos de declamación, un noviazgo público con el chico más asediado de ahí tendría todas las miradas y rumores puestos en mi persona, además que tendría que compartir mi poder y status con alguien más y prefería que eso se quedara sólo conmigo.
¿No era acaso demasiado tirana conmigo misma para tan poquitos años de edad?


Román no veía señal de correspondencia alguna de parte mía, pero ni eso lo detuvo para hacerme una petición muy particular: preguntó si podía besarme.
Y aunque en mi interior sabía perfecto que yo también lo deseaba, creí que se trataba de alguna especie de broma por lo que le rechacé la propuesta y con ello, también le dije adiós por default a la oportunidad de recibir mi primer beso. 
Llegó la tan emotiva despedida del sexto año de primaria, donde sólo nos despedimos con un cálido abrazo bien apretado y nuestros mejores deseos; vino el verano de 2003 y con éste la distancia entre ambos y el respectivo enfriamiento de nuestros sentimientos. 
La verdad que no me preocupaba en absoluto la separación, porque estaba confiada en que nos veríamos nuevamente en secundaria (el chico listo buscó inscribirse en la misma escuela que yo) y que así podríamos dar la continuación a los pendientes.

Dio el primer año de secundaria (fui 'cucaracha' de una técnica) y para mi sorpresa Román estaba bastante cambiado. Al parecer se le había subido la popularidad, al punto en que dejó de hablarme; a modo de autodefensa, correspondí ignorándolo y todavía más, al ser algo déspota con él cada que medianamente trataba de acercarse a mí para hacerme plática.

Desde éste momento, la primera decisión en materia amorosa que tomé estaba cobrando sus primeros frutos, y prueba de ello fue la fiesta de Navidad y año nuevo que tradicionalmente se organizaba en la secundaria. 
A dicha fiesta acudí ataviada en un atuendo de muy primitivo glamour, y con el subido tono festivo (porque me solté a bailar como loca y a cantar con euforia); además acudí con mucha actitud seductora a ver la posibilidad de reanudar lo mío con Román. Además creí llevarlas de ganar, porque él no me quitaba la mirada de encima mientras bailaba en la pista, tal como mis amigas y yo lo habíamos notado.

Pero Oh! grandísima sorpresa me llevé cuando, al buscarle para intentar algo, lo vi en un sitio más solitario besando a otra chica!

Aquí se marcó el Game Over para mí, y desde luego desistí para siempre de toda intención de tener algo que ver con él.

Aunque después de ésto me sentí mal y llegué a casa para llorar a escondidas en mi cuarto, no puedo decir que él me hubiera roto el corazón, porque quien orilló las cosas a éste resultado fui yo en conjunto con las decisiones que tomé. 

Román sin embargo, es un personaje que no quedó en el olvido desde aquel 2003... reapareció en una especie de efecto Rueda de la Fortuna para los siguientes dos años de secundaria, una aparición especial en prepa... y su fallido regreso en mis años de universidad... pero eso ya será historia complementaria de mis siguientes relatos. 
No los pierdan de vista! 

With Love,









Emma


viernes, 18 de julio de 2014

Cómo perder a una mujer en 10 días.

Hace tiempo, le había recomendado a un amigo muy cercano que viera en su rato de ocio la película Cómo perder a un hombre en 10 días; después de que lo hiciera, comentando sobre ello en Whatsapp, a él le surgió una muy interesante duda: Cómo debe comportarse un hombre para perder a una mujer en 10 días? 

Al respecto y tomando como referencia mis propias experiencias y las de mis amigas, les puedo decir a ustedes lectores del sexo opuesto, que a la hora de cortejar a una chica los extremos no son buenos.
A qué me refiero con ésto? Veamos.

  • Prestarnos atención en exceso.


Un mensaje de buenos días, tardes o noches de vez en vez es agradable y nos llena de motivación; lo pesado de ésto es cuando nos invaden el Whatsapp o Messenger con éste tipo de cortesías acompañadas  de caritas, corazoncitos y subidos tonos de cursilería cada hora; tampoco es agradable que por cada señal de vida que demos posteando, nos saturen de comentarios o esas espantosas carotas de los stickers en Facebook. 
Ah! por cierto, la práctica de poner cumplidos redundantes sobre nuestra sensualidad por cada foto que subamos al medio es chocante y da cierto miedo. 
Algunos ejemplos de ello son expresiones como: Qué sexy, Hermosas piernas, Es usted un monumento, etc.
O al menos todo éste combo de emociones y reacciones me produjo el incesante y exagerado cortejo virtual con el que un pretendiente militar trató a toda costa de conquistarme.
Debo decir que el chico tenía buen tipo: es carita, verbo, y de buena complexión. Perdonable su look a lo Ricky Martin con sus camisetas negras pegaditas y peinado de mango chupado...
Sin embargo, tanta insistencia tan enfermiza (aparte que él no es mi tipo físicamente y yo le conocía cierta mala fama) comenzaba a asustarme, y más aún me espantó que ya estuviera hablando de que nuestros padres se conocieran, de formar una familia y de matrimonio... 
Ni de chiste se vayan tan lejos con nosotras cuando, aparte de que apenas llevemos la primera cita, no les estemos correspondiendo.
Ya ni les cuento del engorroso cortejo en persona.
No conforme con atosigarme vía Facebook a base de calificativos como Sexy, Hot, Hottie o Sensual (ni que fuéramos actrices porno), se atrevió a dar conmigo en persona! 
Cierto día lo vi dirigirse directo hacia mí con un ostentoso paquete de dulces y un ramo de flores.
Ojo, chicos! Ésto es agradable y bien recibido por nosotras después de la segunda cita, ya que tenemos cierto tiempo de conocerlos y cuando es evidente que mostramos interés en ustedes.

Obviamente yo ni de chiste tenía  dentro de mis planes el querer conocerlo, y no me esperaba que se apareciera en la Facultad así; menos aún, que tras negarme a recibir sus presentes (para no comprometerme a algo más con él) se arrodillara y armara delante de todos quienes estaban mirando la escena, un escándalo con tal de que se los aceptara.
Finalmente debí aceptar con tal de que parara el espectáculo, pero en cuanto pude, huí de él con la mayor astucia y diplomacia posibles, primero sin aparecer en Facebook para él, y posteriormente al son de la frase: No eres mi tipo, y te veo más como el hermano que nunca tuve. 
Algo parecido debí hacer con el lanzado ingeniero que apenas me hizo la plática a medio camino, ya estaba diciéndome que me quería como su próxima novia, y que me hizo cambiar de camino, porque casualmente siempre me lo encontraba (el muy descarado me estuvo espiando).

Otra conducta en verdad atosigante, es cuando nos llenan de 50 mensajes si por alguna razón no les contestamos el primero; lo anterior aplica en caso de que hayamos sido bastante claras en expresarles que no tenemos interés en ustedes y por tanto no deseamos sostenerles la plática. 
Peor aún es que nos reprochen lo evidente con un mensaje tipo: Como soy otro más de tus pretendientes del montón, no me pelas. Si ya saben que no son correspondidos, reclamarnos ésto los hace quedar peor.

Ésto me ocurrió justo en vísperas de la navidad 2013, cuando un ex compañero de secundaria reapareció enviándome una solicitud de amistad y después de una plática normal vía inbox, comenzó a enloquecer con éste tipo de reproches que antes mencioné, y cumplidos bastante frikies estilo: me gustaba mirar tus piernas cuando andabas en short en clase de educación física. Ahora que te veo como mujer, tu cuerpo me gusta mucho más.

En serio, evítense éstos comentarios, a ninguna mujer le halagan.
Al no responder a nada de lo que éste raro amigo me decía en inbox, de súbito enloqueció y comenzó a bombardearme con mensajes por minuto en que me preguntaba por qué no quería hablarle, que si estaba enojada con él, que por qué lo rechazaba tan feo y que si me había incomodado algo que él había dicho.

La respuesta a sus preguntas? : Todo lo anterior.
Por si fuera poco, en su desesperación comenzó a hostigarme con mensajes obscenos.
El sexting unilateral sin consentimiento de la otra parte debería ser tipificado como delito sexual, como violación visual.
La reacción más obvia e inmediata fue denunciarlo y bloquearlo.
Y por favor, siempre háganle caso al meme de las someecards que dice: Que sea amable contigo, no significa que esté tratando de ligarte.

Lo que ocurrió con éste desubicado amigo, es que confundió mi amabilidad de ex compañera de secundaria con coqueteo. Error.

Y por favor! no utilicen la frase de: si no me aceptas la cita, me muero; cuando somos totalmente claras en rechazar una cita, no hay marcha atrás!

Recuerdo que ésto me lo dijo por allá de 2011 un compañero de la Facultad, tras haberle rechazado el salir a tomar un café (diciéndole una verdad: que el café no me gusta), la invitación a beber una copa (porque de verdad yo no gusto de beber), y finalmente otra cita para comer en un restaurante donde todo se sirve con carne (porque para variar soy vegetariana!).

Como es posible observar, me he enfocado en conductas muy comunes de hombres cuyo amor no es correspondido, y que les hacen perder a una mujer en 10 días o menos.

Sin embargo, aún aquellos chicos, cuyo amor sí se ve correspondido por nosotras, también tienen gran riesgo de perder a una mujer en 10 días. Cómo es ésto posible? Les explico.


  • No prestarnos atención.

Es muy usual que una vez que los hombres saben seguras sus posibilidades con nosotras, dejen de tener esos fabulosos detalles que en un inicio tenían.

Esto es un error criminal! La correspondencia de un sentimiento no asegura que incondicionalmente estemos a su disposición. 
Tampoco les pedimos que nos llenen de cursis peluches, nos engorden con cajas y cajas de chocolates, o hagan parecer florería o funeraria nuestras casas de tantas flores... pero sí que conserven esa frescura de sostenernos una buena plática, que envíen algún mensaje sorpresa lleno de ingenio o que nos hagan una visita sorpresa a nuestro centro de estudios o de trabajo para celebrar nuestro no cumpleaños.

Que ya les hayamos dado luz verde no indica que nos descuiden, como recientemente le ocurrió a una amiga mía, cuyo prospecto amoroso se le fue de intercambio a Europa.
En un principio, tuvieron días increíbles, citas asombrosas... Hasta la misma protagonista de la película Bajo la misma estrella tendría mucha envidia.
Tanto mi amiga como su galán fueron claros el uno con el otro respecto de sus intenciones y sentimientos, y bajo éstos preceptos se dio la inevitable separación física.

El chavo comenzaba llevando bien la relación a distancia, mensajeándola constantemente, preguntando por su día, y con mucho optimismo en los planes a futuro para realizar juntos una vez que él regresara al país.
Todo fue miel sobre hojuelas hasta que... un mes más tarde comenzó a ser inconstante en su trato con mi mejor amiga.
La mensajeaba muy voluntariosamente, hasta que de plano dejó de dirigirle la palabra los 4 meses restantes del intercambio. 
Naturalmente pudo haber conocido a alguien allá, y no es nada malo.
Lo malo fue que, de haber sido ese el caso, no le dijera directamente y de frente que ya no quería algo con ella.
Quieren perder a una mujer en 10 días o menos? Manténganla en la incertidumbre, con muestras de interés inconstantes, acciones confusas e indefinidas y déjenla morir lentamente sin darle el adiós cuando ya no sienten nada por ella.
Y tal como ocurrió con mi amiga, ella llegó al cansancio extremo y decidió darle el adiós, ya que él con tanta negligencia no lo hizo.
Recuerdan la famosa frase: El que juega a ser extrañado, pronto es olvidado
Pues para nosotras es cierta, al momento en que nos dejan de mensajear o de brindarnos un sencillo detalle bonito... porque también es cierto que nadie es indispensable.
Si de pronto alguien más comienza a tener atenciones con nosotras y aunque no las tuviera de momento nos comienza a atraer más, obviamente perdemos emoción por quien nos está olvidando al creernos seguras. 
Ojo, hombres! Si ella le sonríe al teléfono y no es por un mensaje suyo... mejor es que comiencen a revivir el romance.

Tiendan a ser más efusivos y cariñosos con otras amigas y nos verán desaparecer, como ocurrió con una prima mía, que de súbito abandonó a su novio de aquel entonces (un canadiense muuuy sui generis) al ver que éste le prestaba mayores atenciones y afecto a otras mujeres, e incluso tenía como fondo de pantalla de su teléfono una foto suya con una amiga muy querida.
Las mujeres también nos vamos desmotivando al ver que por cada OK que se nos contesta después de un detalle cariñoso que tengamos, ustedes le devuelvan cortesías más emotivas a otras chicas (incluyendo a sus ex novias), cuando supuestamente somos especiales.

Quieren otra fórmula efectiva para alejarnos para siempre? Sean cariñosos un día y los cinco o diez siguientes ignórenos, al punto en que nos vuelvan inseguras.

Pierdan también esa costumbre de hacernos algún cumplido espontáneo y en su lugar denos un trato indiferente, no aparezcan para apoyarnos en algún momento importante, y nos verán tomando la interestatal con rumbo a desaparecer.

Reemplacen la relación presencial por una virtual, y verán cómo terminan de romper el encanto.

Bueno, como ya les fue posible darse cuenta, el campo de las relaciones humanas es sin duda el más complejo de todos; hay tantos sentimientos e intenciones de por medio, que toma mucha dedicación, disposición y esfuerzo lograr el equilibrio perfecto que nos conduzca a una buena relación amorosa.
Difícil tarea, mas no imposible si en una pareja, ambos tienen la motivación de compartir para crecer.

Hombres, nuevamente les digo, los extremos son malos; el equilibrio es la clave.
Si la chica no les arma drama, los comprende, les ha tenido paciencia, les ha demostrado que los quiere y pese a lo difícil de la situación ha estado haciendo lo posible por mantener vivo el fuego de la relación, pero además de verdad la quieren, no hagan nada de ésto que les comenté líneas atrás; no la dejen perder en 10 días!

With Love, Emma.






















viernes, 11 de julio de 2014

Cómo le devolví la broma a un galán con perfil falso en Facebook

Desde la aparición de Facebook, se nos ha dado a todos la oportunidad de crearnos una realidad virtual perfecta donde somos protagonistas totales de nuestro propio espectáculo a la luz de los espectadores (amigos/conocidos de la vida real).

En dicho medio podemos hablar más de tres idiomas cuando en la vida real a duras penas sepamos uno sólo; somos deportistas extremos a punto de escalar una montaña, nadar con tiburones o ser dueños del cielo haciendo skydiving tal como nuestra selfie ataviados con el equipo lo demuestra... y en realidad no llevamos a cabo tal hazaña; podemos ser unas mentes superdotadas, jugar al intelectual todólogo que sabe lo mismo de política, que de fútbol, grandes literatos y sus obras, teatro, cine, etcétera en cada publicación que hacemos y no podemos sostener en persona tan buenas conversaciones como por inbox, o damos la imagen de perfectos símbolos sexuales cuando para empezar, quizá ni siquiera somos los de las fotos que ahí subimos.
Oh si... estoy pisando el terreno de los falsos perfiles de Facebook.
Tal como el programa de MTV Catfish apunta tan audaz y entretenidamente, muchas son las razones por las que diariamente el dueño de un atractivo perfil facebookiano nos manda una solicitud de amistad con intenciones de conquista: un/a ex rencoroso/a buscando venganza, amigos y enemigos bromistas o algún antisocial falto de afecto y atención están casi siempre detrás de un hombre (o mujer) que parece modelo de ropa interior de diseñador (CK)  tan sensible, educado, inteligente, independiente, considerado/a y humano/a que no conforme con mandarte la solicitud de amistad, está presto tirándote onda como ya quisieras que tu prospecto amoroso lo hiciera en la vida real.
Demasiado bello para ser cierto, no?

El programa  Catfish nos ha enseñado cómo detectar una cuenta falsa de Facebook:

  • Sospecha de aquellos perfiles que tienen menos de 20 amigos y fueron recientemente creados.
  • Son también sospechosas aquellas personas en exceso atractivas que tienen tres trabajos, dos carreras y además les gusta tejer bufandas.
  • Si reconoces las irresistibles fotografías del perfil de tu bello amigo en otras cuentas, upsss... puede que no se trate de esa persona.
  • Cuídate de esos que te ponen mil excusas para no sostener una videollamada.
Hoy en día, es difícil ser engañado por un perfil falso en Facebook; sin embargo, no falta el ingenuo usuario que insiste en tratar de engañar a los demás con su perfecta realidad autocreada en sexy's fotos de perfil acompañadas de un estilo de vida y gustos inconsistentes.

Díganme: ¿a quién de ustedes no le da coraje que lo traten de engañar?
A mi sí me da, y mucho.

Para mayo de éste año, recibí en Facebook una solicitud de amistad proveniente de un chico cuya foto de perfil me era bastante familiar a un muchacho que llegué a ver muy seguido por la Facultad de Ingeniería de la UNAM; antes de aceptar una solicitud de amistad, trato de asegurarme que tengamos por lo menos suficientes amigos en común y éste fue el caso. Sin más, y un poco movida por su atractiva apariencia, le acepté la solicitud.

A los pocos minutos lo tenía en inbox tratando de sacarme la plática: mi edad, gustos, hobbies, etc., sin embargo, muy hábilmente hice que él me diera toda su información sin darle la mía, siendo ahí donde empecé a notar las primeras inconsistencias que me hicieran caer en desconfianza: siendo tan guapo, ¿por qué en sus publicaciones se muestra como un rogón perdedor? si se supone que se encuentra haciendo una maestría ¿por qué tiene tantas faltas de ortografía y tan poca cultura general? ¿cómo es que vive sólo en un lugar nice de D.F. si le pagan una beca CONACYT conocida por sus tan atrasados depósitos?
Casualmente, mientras más se empeñaba en coquetearme vía chat, resultábamos con menos amigos en común. ¿Por qué los estaba eliminando?
Entonces me dispuse a stalkear su perfil y el time line de pies a cabeza y dí con una amiga en común a la que decidí preguntarle sobre el sujeto en cuestión.
Conforme avanzaba la conversación con mi amiga, resulta que el susodicho galanazo nos había contado versiones distintas sobre su persona! El que para mí era un Maestrante en Derecho especializado en propiedad intelectual, máster del polo acuático y experto clavadista a punto de irse a los Juegos Panamericanos, era para mi amiga el joven de orígen cubano que había llegado a México con la esperanza de volverse actor. Eso sin contar que a mi amiga la había dejado plantada en una cita.
Ahí estaba! Catfish a la vista.
Lo más sencillo habría sido bloquearlo de mi lista de contactos, pero me dieron tremendas ganas de darle una lección con su propia medicina.

Entonces le seguí el coqueteo dándole datos muy falsos y exagerados de mi persona; acto seguido, me hice la sufrida enamorada:

-Dicen que cuando amas a una persona, debes ser totalmente honesto con él; yo no he sido honesta contigo y de verdad me siento mal por ello...

Él parecía no entender qué estaba diciendo, y me dijo que no fuera tan severa conmigo misma; ya no le salían los galanteos y frases domingueras de conquista como en días anteriores. Al parecer lo estaba poniendo nervioso.

Continué mi discurso:
-Es que, yo no soy quien digo ser; ammm, no sé si me explico. Soy pero no soy la de las fotos

El hombre a duras penas me respondía sólo con caritas preocuponas, sin entender qué le quería decir; sin más, le solté una verdad incómoda:

-Ahora mismo me tomaré una selfie, para que me conozcas tal como soy; prométeme que después de ésto no me dejarás de hablar (apliqué psicología inversa para causarle más escalofríos)

Y que le muestro la selfie de un chico cuyas facciones con algo de maquillaje fueran muy parecidas a las mías! Eso, al mismo tiempo que le dije:
-Soy una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre; o sea, soy un hombre que gusta de vestir como mujer.
Pero no me dejes!! de verdad te amo y quisiera vivir un gran romance contigo.
Me vuelves loco, que diga, loca!! Ves? ya no sé ni lo que digo.

La única reacción del farsante virtual fue decirme un par de insultos, y como a los 5 minutos ya me tenía bloqueada.
Nunca me había divertido tanto haciéndole algo de justicia a las chicas que habían sido engañadas y plantadas por éste misterioso y falso sujeto!!

Por ello, mejor piénsenlo bien si quieren hacerse un perfil falso; nunca saben si alguien les pueda jugar una broma o meter un susto.


With love:
Emma